martes, 25 de mayo de 2010
documental tipo proceso
El documental de acontecimiento y contemplación de José Luis Guerín.
Por: Natalia Marín.
Es cierto que este tipo de trabajos documentales, son poco conocidos en nuestra ciudad, su distribución comercial es casi nula y de ahí también la importancia de seleccionar a la figura y obra de Guerín cómo objeto de reflexión.
Guerín representa ese tipo de narración desligada de ambiciones que tiene el cine comercial, podría decirse que su obra se mueve por distintos tipos de formatos y estéticas, por eso sus documentales no pueden encasillarse en clasificación alguna, porque se pasea entre géneros y tipologías existentes con una solvencia que muy pocos documentalistas poseen.
En Construcción (2001), una de las obras mas reconocidas de Guerín. El realizador propone con un ritmo lento, paciente pero nada aburridor ni pretencioso, un acercamiento hermoso a la vida. Guerín, a los personajes los deja ser, y logra una combinación perfecta entre forma y contenido, poco a poco Guerín nos comparte el mundo de sus personajes, nos enseña sus vidas, sus conflictos. El filme trata de la cotidianidad de los habitantes de un barrio que va a ser demolido, y al igual que sus edificios, sus vidas también están apunto de derrumbarse para abrirle paso a nuevas historias que de allí surgirán.
La verdadera riqueza de la obra radica en las historias que nos cuenta Guerín a través de entrevistas, en las imágenes de una cámara que participa de la manera más natural en la vida cotidiana de las personas de ese barrio, en ningún momento se siente que el documentalista es ajeno a la realidad de la comunidad. ¿Cómo logra Guarín la espontaneidad y naturalidad de la gente ante la presión de su cámara? Perseverando, no tiene apuros. Esa es la magia de este maestro en el cine documental. Se cree que En Construcción partió de un hecho particular: “El barrio durante su proceso de reestructuración urbana”. El resultado bien pudo haber sido un cubrimiento noticioso o una crónica periodística, pero el contenido y la motivación inicial empezó a bifurcarse y a irse por otros sub-contenidos, que le fueron dando mayor cohesión al “Acontecimiento”, que a decir verdad, resulto ser una disculpa para adentrarse en la vida del día a día de estas personas. Ese acontecimiento se convirtió en causa de interacción entre la gente del barrio y los obreros; en una escena muy conmovedora, un joven obrero coquetea con una muchacha que sale a colgar la ropa, ¿Puesta en escena?... no importa. Guerín sabe contrastar muy bien el cine de ficción con el documental, sin que se comprometa la veracidad de sus historias, y haciendo uso de todas las posibilidades que le ofrece el lenguaje audiovisual, Guerín es capaz de retratar el lado más íntimo de los personajes que protagonizan sus filmes, seres complejos, vulnerables, humanos.
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